Tras ver alguna estadística o simplemente pasear por las calles de Alicante, se aprecia que evidentemente el carril-bici es algo completamente obsoleto.
Existe un distanciamiento en lo que fue el inventario a lo que luego Raquel ha decidido transformar. La idea de la reutilización de un espacio que no es utilizado para su uso me parece bastante brillante; pero, por otro lado, es cierto que las herramientas que ha utilizado para que esa transformación sea factible no han sido demasiado eficaces, quizá porque no ha sabido muy bien a quién dirigirse o por cualquier otro motivo. Por mi parte pienso que no debería olvidar este objeto y seguir adelante con ello buscando a las personas adecuadas y datos que ella necesite para, efectivamente, hacer del carril-bici un lugar donde poder realizarse algún tipo de evento.
Aquí os dejo también algunas referencias de propuestas para la transformación de este espacio público:
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